top of page

Carácter vivencial de las Dinámicas de Grupo

A las Técnicas de Dinámica de Grupos también se les llama "vivenciales", porque hacen sentir una situación como real. Proporcionan vivencias bajo la forma de juegos o ejercicios con una estructura mínima para que las personas puedan sacar el mayor partido de la experiencia.

Las Dinámicas para grupos adquieren un valor específico de diversión que no sólo estimula emotividad y la creatividad, sino que también introduce dinamismo y tensión positiva en los grupos. El carácter de juego encierra, además, un doble aspecto: por una parte, implica el hecho de desligarse de la seria situación del momento y, por otra, logra una identificación profunda con los problemas con los cuales se trabaja. Identificación imposible de obtener de otro modo. Por otro lado, la proposición de un juego suele ir unida a un cambio en el medio de interacción. Lo más importante es que el carácter de juego integra los seis componentes esenciales del ser humano: corporal, afectivo, cognitivo, social, estético y filosófico.

Técnicas vivenciales

A las Dinámicas para grupos también se les ha llamado "vivenciales", porque hacen vivir o sentir una situación real. Lo cual es muy importante porque hoy más que nunca la educación se vuelve formativa y deja de ser informativa para convertirse en conocimiento vivencial. Las Dinámicas para grupos proporcionan vivencias bajo la forma de juegos o ejercicios con una estructura mínima para que las personas puedan sacar el mayor partido de la experiencia.

A las Dinámicas para grupos se les denominan también "experiencias estructuradas", porque son diseñadas con base a experiencias del mundo real que se estructuran para fines de aprendizaje. Lo que se busca es que las personas experimenten el hecho como si éste en realidad estuviera sucediendo.

Experiencia colectiva

A las Dinámicas para grupos se les llama comúnmente así, por costumbre y tradición. Las Dinámicas para grupos como técnica son el planteamiento de situaciones colectivas estructuradas que pueden ser desde un problema, un modelo de conducta o conflictos simulados que el facilitador utiliza para provocar que los integrantes de un grupo puedan observarse a sí mismos y puedan identificar las conductas de los demás con fines de aprendizaje no tanto como asimilación de conocimientos, sino como un cambio de comportamiento y en ocasiones de actitud.

Son técnicas en las cuales existe una participación activa del grupo y del facilitador. Guiado por el segundo, el grupo basa su aprendizaje en experiencias propias dentro de una sesión de encuentro. Dichas experiencias son comunes a todos los integrantes del grupo, mediante vivencias prácticas provocadas por juegos o casos.

La tarea central de la Dinámica para grupos es llevar a la superficie los modelos mentales (imágenes, emociones y sentimientos, supuestos e historias que llevan en la mente acerca de sí mismos, los demás, las instituciones y todos los aspectos del mundo) de las personas para explorarlos y hablar de ellos sin defensas, para que sean conscientes de cómo influyen en su vida y encuentren maneras de modificarlos mediante la creación de nuevos modelos mentales y de gestión emocional que les sirvan mejor.

Facilitador de Aprendizaje

Entendemos que el método parte de la presentación de un tema para el proceso de aprendizaje, así como cuestiones relativas a las relaciones entre las y los miembros del grupo. Temas claves para la intervención son las dificultades de las circunstancias de aprendizaje grupales.

Así, los objetivos que se vinculan con este método se refieren a:

  • Facilitar la asimilación y elaboración de los contenidos de aprendizaje (TEMA), es decir, posibilitar el descubrimiento de los conceptos, procesos y habilidades referidos a la vida Emocional y moral, favoreciendo la comprensión y el manejo de los mismos, tanto a nivel conceptual y de interrelación de ideas, como actitudinal.

  • Favorecer el desarrollo individual de las y los participantes (YO) en cuanto a la manifestación y al manejo de las competencias emocionales -percepción, regulación, facilitación, comprensión- y valorativas personales, de forma que se avance hacia una autoestima apropiada.

  • Promover una creciente apertura comunicativa entre las personas de los grupos de aprendizaje (NOSOTRAS y NOSOTROS): habilidades sociales para la convivencia -empatía, asertividad, negociación, gestión de conflictos, trabajo en equipo…- y decisiones de tipo moral, que se van instalando como estilo en la actividad del grupo y que cada participante va a extrapolar a otros ámbitos de su vida.

El equilibrio dinámico de los tres elementos mencionados constituye el contenido y el objetivo de toda intervención. Los problemas de interacción y también el modo de trabajo y elaboración de dichos problemas no pueden considerarse con independencia del tema que se ha de abordar. Para poder llevar esto a cabo la persona orientadora o guía debería ser tan competente en los temas que se abordasen, como en los problemas de interacción reales y posibles.


Antonio Martínez Cea
 

574 visualizaciones0 comentarios
bottom of page