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Deporte, Valores y Educación

Resulta habitual, por parte de diversas personas e instituciones relacionadas con el deporte y para reforzar su argumentario, mencionar algunas palabras tenidas por valores éticos.

Escuchamos aseveraciones como: “El deporte moviliza emociones y sentimientos, pero sobre todo puede influir en las actitudes y comportamientos de las personas, a través de los valores que transmite: esfuerzo, superación, perseverancia, igualdad, respeto, deportividad, solidaridad y compañerismo, éxito personal y colectivo, entre otros muchos”. Si, creo que es cierto desde el punto de vista de la práctica deportiva.

Deporte y valores

La práctica de deporte, como todas las actividades humanas que un individuo desarrolle con interés y de forma ética, nos permite identificar estados de ánimo, así como identificar los valores puestos de manifiesto en cada momento. Insisto: como cualquier otra actividad humana elegida libremente y que entrañe la posibilidad de renovar la experiencia de forma continua, el deporte entraña valores éticos. Ojo, todos los valores: vida, amor, verdad, belleza, paz, democracia, espíritu crítico, generosidad, honradez, bondad, compromiso, conocimiento interior, diálogo, alegría, disciplina, salud, etc., etc.

Cierto es que, según sea nuestra escala de valores, personalmente nos identificamos con unos valores más inmediatamente que con otros -también cuando practicamos deporte-. Sin embargo, se trata cuanto menos una afirmación de dudosa veracidad afirmar que una actividad concreta, como pueda ser el deporte, conlleva unos valores en particular.

El valor depende de la valoración del individuo. Y cada individuo vive los valores de forma absolutamente propia y particular. Acertaremos si decimos que una actividad deportiva, de la que soy espectadora, espectador, o en la que participo, me hace experimentar unos valores u otros. Esta experiencia, en la misma situación, será similar a la de otras personas pero muy distinta a la de otras.

Se acepta de forma habitual que el deporte pone de manifiesto determinados valores por delante de otros y, por supuesto, frente a contravalores. Sea para bien. Aunque estimo que la aseveración correcta es: el deporte permite poner de manifiesto, experimentar con intensidad y valorar todos los valores humanos.

A mi parecer, lo que diferencia a la práctica de deporte de otras actividades, es el ejercicio físico y la motricidad y no los valores implícitos. Motricidad que comporta un alto grado de intensidad a la vivencia de valores. Esa es la cuestión. Y a mi me parece inevitable... No es algo que decidamos. Es algo que está ocurriendo... Porque los valores ocurren.

Deporte y Educación

Sólo se trata de poner de manifiesto el alto valor de la experiencia deportiva como vehículo educativo integral. Aunque, ojo, desde el punto de vista de la educación integral y centrada en la persona no sólo "puede influir en las actitudes y comportamientos de las personas" -no lo vemos como una posibilidad- sino que: debe. Y ese objetivo, que tiene como centro de atención el aprendizaje moral de niños, niñas y jóvenes, requiere tiempo diferenciado y recursos específicos.

Cabe afirmar que no es lo mismo educación deportiva (enseñanza deportiva o del deporte) que Deporte Educativo (que tiene como sujeto al individuo contemplado como ser completo). Dicho de otra forma: no es lo mismo una actividad que transmite valores que una persona que, dirigiendo tal actividad, eduque en valores.


Antonio Martínez Cea
 

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